Septiembre de 2019
Los 33 sentidos
Los
sentidos son las herramientas con las cuales el cerebro percibe lo que pasa
fuera del cuerpo. Conocemos el mundo gracias a ellos. Desde el punto de
vista tradicional son: gusto, vista, tacto, olfato y oído, tal y como
los diferenció Aristóteles. De acuerdo con su lógica, el filósofo griego
clásico abonaba a la teoría de los cinco elementos. Decía que estos eran
tierra, agua, fuego, aire y éter. Ergo, la manera de interpretarlos debía ser
también en base cinco. Se mantuvieron durante milenios en el saber popular -y
siguen vigentes- en parte porque son fáciles de ubicar: la boca, los ojos, la
piel, la nariz, las orejas. Hoy todavía pensamos en ellos de esta manera.
Aunque no
todos, para los especialistas la cuestión es más compleja. Los psicólogos,
neurólogos y neurocientíficos, entre otros, entienden que son muchos más. Y le
pusieron nombre a esas diferentes formas de percibir y traducir los mensajes
que llegan del exterior que, según quién los recopile, llegan a ser 33. Sí, 33.
O al menos eso afirman los seguidores de la antroposofía, disciplina fundada
por Rudolf Steiner a principios del siglo XX.
Algunos
de estos sentidos “no tradicionales” son un poco más conocidos, al menos
intuitivamente, como la termocepción (percepción de la temperatura
exterior sin necesidad de tocar nada), y la termoalgesia (permite sentir
nuestra temperatura interna, como cuando tenemos fiebre).