lunes, 2 de septiembre de 2019

El arte de los sentidos

Gustavo Masutti Llach
Septiembre de 2019

Los 33 sentidos

Los sentidos son las herramientas con las cuales el cerebro percibe lo que pasa fuera del  cuerpo. Conocemos el mundo gracias a ellos. Desde el punto de vista tradicional son: gusto, vista, tacto, olfato y oído, tal y como los diferenció Aristóteles. De acuerdo con su lógica, el filósofo griego clásico abonaba a la teoría de los cinco elementos. Decía que estos eran tierra, agua, fuego, aire y éter. Ergo, la manera de interpretarlos debía ser también en base cinco. Se mantuvieron durante milenios en el saber popular -y siguen vigentes- en parte porque son fáciles de ubicar: la boca, los ojos, la piel, la nariz, las orejas. Hoy todavía pensamos en ellos de esta manera.

Aunque no todos, para los especialistas la cuestión es más compleja. Los psicólogos, neurólogos y neurocientíficos, entre otros, entienden que son muchos más. Y le pusieron nombre a esas diferentes formas de percibir y traducir los mensajes que llegan del exterior que, según quién los recopile, llegan a ser 33. Sí, 33. O al menos eso afirman los seguidores de la antroposofía, disciplina fundada por Rudolf Steiner a principios del siglo XX.

Algunos de estos sentidos “no tradicionales” son un poco más conocidos, al menos intuitivamente, como la termocepción (percepción de la temperatura exterior sin necesidad de tocar nada), y la termoalgesia (permite sentir nuestra temperatura interna, como cuando tenemos fiebre).